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El líder pos pandemia, más conectado con su propósito y sus valores

Pese a lo atípico y estresante que fue 2020, el líder pos pandemia ha sido maravilloso reconectar con su familia y sus valores. Cumplimos un año particularmente especial, luego de transitar la pandemia con sus múltiples efectos y la eterna cuarentena de 2020.

Mucho se ha reflexionado en los últimos meses acerca de los impactos de este contexto en la gestión de talento, específicamente en el personal y en la organización en general, con la virtualidad en el centro de la escena y el home office como dinámica de la nueva normalidad. Por supuesto, también en sus líderes quienes tuvieron el enorme desafío de dar vuelta de timón para conducir y liderar en un inédito contexto VUCA de:

Volatilidad

Incertidumbre

Complejidad y

Ambigüedad.

Particularmente en Argentina, iniciamos el 2021 no solo con el efecto de los meses de encierro sino con las consecuencias de la situación económica del país y la escasa perspectiva que los dirigentes encuentran para mirar este año con optimismo.

Muchos emigraron o están en proceso de hacerlo en busca de nuevos horizontes, coincidiendo esto con el aumento exponencial de la demanda por parte de las empresas multinacionales de profesionales abiertos al cambio de país. A la vez, en el caso de las compañías con sede en el exterior, se hace muy difícil explicar a los extranjeros el contexto argentino y, más aún, que la mayoría lo comprenda.

Descubrimientos y desafíos inesperados

Así, es recurrente que al ejecutivo argentino le llegue el momento en el que se cansa de luchar contra los molinos de viento, como Don Quijote. En mis 10 años de vivir en Argentina (*), jamás antes vi que ejecutivos de primera línea colocaran como factor motivacional el equilibro entre vida profesional y la personal, aspecto del que mucho se ha hablado pero, ahora, es una tendencia concreta y creciente.

Por un lado, esto es maravilloso para el líder pos pandemia ya que implica el poder reconectar con su familia y sus valores. El lado positivo de los pasados meses de encierro fue que facilitaron un reencuentro tanto con sí mismo como con su familia.

“Muchos ejecutivos destacan lo que fue la oportunidad de compartir con los hijos todos los días, algo inédito en tiempos regulares.”

Al mismo tiempo, existe una preocupación recursos humanos sobre cuánto y cómo apoyar a los líderes pos pandemia en el proceso de reinventarse, en cómo descentralizar procesos pero, sobre todo, en cómo cuidar de la salud mental de los empleados.

La nueva normalidad

Estoy convencida de que quienes somos líderes de compañías tenemos la obligación de buscar las maneras para transformar estas adversidades en oportunidades. La pandemia nos proporcionó este momento único para reflexionar acerca de nuestros propósitos y nuestras prioridades.

Hasta hoy, el líder  no tenía muy claro por qué hacía lo que hacía. El tiempo en el que las personas seguían ciegamente a alguien por mandato, se terminó para siempre. Creo que hay un gran trabajo interno por delante en relación a encontrar este propósito personal dentro de nosotros. Y aprender a mirar cada situación desde de varias perspectivas. No hay recetas mágicas: el ¿Cómo resolver en forma sustentable? No lo sé, pero me gustaría compartir los pensamientos de Viktor Frankl:

“No importa lo que esperamos de la vida, sino que importa lo que la vida espera de nosotros. En la última instancia, vivir significa asumir la responsabilidad de encontrar la respuesta correcta a las cuestiones que la vida plantea, cumpliendo la obligación que nos asigna”.

 

* Por Bárbara Toth. CEO FESA Group Argentina/ Opinión

** Publicado originalmente por Elibeth Eduardo García, en el sítio The Standard CIO